Manos sucias
Si no fuera por quienes protegen el campo, la ciudad no existiría. Y si no fuera por la suerte de habitar a cuerpo entero estos territorios desde pequeño, mi camino tampoco
Si no fuera por quienes protegen el campo, la ciudad no existiría. Y si no fuera por la suerte de habitar a cuerpo entero estos territorios desde pequeño, mi camino tampoco