Modern f. Love: mi reino por un tomate

Si el amor te espera entre dientes, no lo dejes para mañana. Que un comino importe tanto como un pepino, cambia la piel y de eso va esta columna, de historias que le hincan el diente a esa especie de modern fucking food love que de repente nos transforma desde las tripas y que, sin avisar, nos hace ¿mayores? ¿mejores? ¿peores? Yo qué sé: ¡comida, siempre pa´dentro